PÍldoras
de conocimiento
¿Y si empezamos a cobrar por los presupuestos?
No hace mucho tuve la oportunidad de compartir mesa con diferentes tour operadores en la que salió a debate si se deberían de cobrar los presupuestos.
La elaboración de un presupuesto para un tour operador, en la mayoría de los casos, supone proponer un itinerario, lugares para visitar, alojamientos, viajes…
Una vez que el cliente tiene dicho presupuesto, en ocasiones, sucede que lo utiliza como guía para organizarse el viaje por su cuenta.
¿Y qué sucede con el tiempo y las ideas que se han aportado?
Esto mismo es trasladable al sector de la gestión cultural y eventos. Nos solicitan un presupuesto en el que se invierte tiempo, personal y, en muchas ocasiones, nos exigen avanzar objetivos, acciones, planificaciones, etc. Es decir, este presupuesto va más allá del aspecto económico para entrar en contenidos y me atrevería a decir que, con demasiada frecuencia, se recogen las líneas estratégicas del proyecto.
La Ley da margen de maniobra para decidir si cobrar por elaborar un presupuesto o no. Lo que sí hay que tener en cuenta es que si se va a hacer hay que informar de ello al cliente y en caso de ser aceptado, descontarlo del precio final.
Cobrar por un presupuesto es legal y en algunos gremios es algo habitual, pero ¿sería aceptado por nuestros clientes?