PÍldoras
de conocimiento
El estrés, ¿la enfermedad del siglo XXI?
No hace mucho conocíamos los resultados de la encuesta que Gobierno Vasco hace cada cinco años sobre la salud de la población vasca.
La buena noticia es que “crece la esperanza de vida en la CAV hasta los 80,3 años en hombres y 86,5 en mujeres”, la más alta de la Comunidad Europea, y parece que, además, con una mayor autonomía en edades avanzadas.
Me ha hecho ilusión, pero inmediatamente me ha venido a la cabeza que vivimos y trabajamos con un altísimo grado de estrés. ¿Será esta la enfermedad del siglo XXI? ¿Qué podemos hacer para gestionarlo?, porque creo que no vamos a conseguir desprendernos de él.
Las tecnologías digitales nos han traído inmediatez y una gran facilidad en el acceso a distintas formas de comunicación. Esta inmediatez se ha trasladado también al ritmo de trabajo que hace que las cosas ocurran más rápido y que haya que realizar los trabajos con plazos mucho más ajustados.
La sociedad, compuesta y gestionada por personas, avanza muy rápidamente, pero tengo la sensación de que “nos estamos echando piedras sobre nuestro propio tejado”. Y, ¿por qué digo esto?, porque se supone que estos avances son para mejorar el bienestar de las personas.
El ser humano, a nivel biológico, ha ido evolucionando, pero sabemos que estos cambios se hacen patentes a lo largo de muchos años de evolución, por lo tanto, ¿seremos capaces de adaptarnos a las nuevas exigencias de una sociedad tan cambiante?
Me temo que tendremos que aprender a gestionarlo. Tal y como afirma la médica psiquiatra, Marian Rojas Estapé, del Instituto Español de Investigaciones Psiquiátricas, “la manera en la que uno decide responder ante los problemas de cada día influye en el resultado”. La gestión de las emociones y la gestión del tiempo, dos aspectos que cada vez más empresas están trabajando, conscientes de su relevancia.